Esta lectora, acude estos días un poco “desconcertada” a la presentación de unos datos, de un proyecto político … bueno en realidad de una situación política disparatada durante años que, desde luego, a mentes despiertas indigna, presiona, y hasta en momentos amordaza.
No es ya, que escuchemos mítines cínicos hasta el extremo de políticos señalados hasta el tuétano de corrupción. No es que esos mismos señalen con un dedo inquisidor a otros aún más malos, si cabe, con una mezcla de cinismo y canales callejero. No es ya que se nos trate como sordos incapaces de conocer y aceptar una realidad. No es eso, es mucho más.